- Rembrandt se emplea en este cuadro con la misma disposición de ánimo que en un dibujo a pluma de caña. La vigorosa espontaneidad resulta algo estridente al contrastar con el cuidado tratamiento de los remates del sillón, algo que compromete la unidad estilística.
- Hoy se acepta la autenticidad al calificarlo como un experimento.
- Es una imagen bella, potente e inolvidable, pero está vacía. La pinceladas tienen más presencia por sí mismas que el personaje, al que deberían estar subordinadas. Personalmente pienso que esta obra está sin terminar; la función de estas manchas sería la de estar pulsando debajo de capas traslúcidas más uniformes. Además esto daría sentido al acabado del sillón.
- Hoy se acepta la autenticidad al calificarlo como un experimento.
- Es una imagen bella, potente e inolvidable, pero está vacía. La pinceladas tienen más presencia por sí mismas que el personaje, al que deberían estar subordinadas. Personalmente pienso que esta obra está sin terminar; la función de estas manchas sería la de estar pulsando debajo de capas traslúcidas más uniformes. Además esto daría sentido al acabado del sillón.
- El hecho de que muchos cuadros de Rembrandt, aparentemente sin rematar, estén firmados es debido a que en determinado momento está usando el color sólido con el que quiere que aparezca la firma, colocándola en un lugar donde posteriormente no trabajará. Si al término de una obra sólo emplea laca de granza, no tiene sentido preparar color sólo para firmar.